Nadie que haya visto en vivo a Mario Ian puede definir su show como «uno más en el montón». La vigencia de uno de los más destacados cantautores argentinos se hace presente cada vez que pisa una tarima. Y la despedida de año propuesta para el pasado jueves 21 de diciembre en el Uniclub de Buenos Aires, no fue la excepción.
Durante poco más de una hora y media, desgranó canciones de «Nuevo Orden» y «En tiempos de redención», estrenó un par de temas que serán incluidos en su próximo álbum y recreó viejos himnos metaleros de sus épocas con Rata Blanca y Alakran. Todo esto, apoyado por una terrible banda integrada por Germán García en bajo, Leo Dobao en batería, José Velocet y Diego Juárez en guitarras.
Tras la gira que lo mantuvo ocupado en Centroamérica durante gran parte de diciembre, Mario pareció regresar con renovadas fuerzas, como si el paso del tiempo no se sintiera en él, entregando un notable espectáculo para los oídos y también para la vista. La pequeña tarima de Uniclub pareció jugar de cómplice para regalar una vistosa escena en la que Mario fue bien secundado por sus músicos. La sensación de estar frente a un equipo es inequívoca, porque así parece que funciona esta banda.
En la noche porteña, Mario aprovechó para anticipar canciones de lo que sería el próximo álbum de IAN, y estrenó un tema con una temática muy actual: “Estampida”.
Con puntualidad inglesa, Mario finalizó su show a la hora acordada, y tras la foto que ya se está tornando costumbre en todos los show, la banda se despidió de ese fiel público que la sigue a cada concierto.