Tras el anuncio de su alejamiento de Sentencia Previa y antes de despedirse oficialmente, dialogamos con Tomás Szumowski, bajista de la banda, quien contó las razones de su desvinculación, sus proyectos personales, su visión del mercado musical y la verdadera razón por la que afeitó su abundante barba.
Por Eric Balbi
Imagino que será una fecha especial tu despedida en Roxy, ¿Cómo te preparás para ese momento?
Esperando que llegue, con muchas ganas de vivir ese momento. Ensayando mucho y creando un nuevo show para que sea el mejor de nuestra historia.
¿Cuál o cuáles fueron los motivos para dejar la banda?
Simplemente dejé de disfrutarlo, y sentí después de pensarlo un tiempo en que dar un paso al costado iba a ser lo mejor para todos. Necesitaba un cambio.
¿Cómo quedó la relación con los chicos?
Genial, los chicos son mis amigos y eso no cambia. A pesar de que la decisión es enteramente personal entiendo que esto los afecta como banda pero me han sabido entender sin reproches. Mi postura fue la misma desde un principio.
¿Qué te dejó Sentencia Previa en tu vida?
De todo. Los viajes fueron hermosos y todos los seres especiales que nos regaló este proyecto los voy a llevar conmigo para toda la vida. Se disfrutó de los peores y de los mejores escenarios. De las risas y de los llantos, y de cada músico que llevo la camiseta de SP.
¿Te acordás alguna anécdota divertida de los viajes para contarnos?
Una vez, pasadas las 5 de la mañana, en Córdoba, después de haber escuchado 10 bandas y sin haber dormido nada, con las pocas energías que nos quedaban empezamos a tocar y a los 15 minutos tuvimos que terminar el recital porque el lugar tenía que cerrar. Y las buenas son muchas, por ejemplo, que en casi todos los viajes algún desconocido nos invitó un asadito y caíamos en cualquier casa. Siempre salió bien y nos llevamos muchos amigos de esos encuentros del destino.
Tomaste la decisión también de cortarte la barba. ¿Tenía un símbolo como los nazareos con su voto de pelo largo o simplemente era algo estético?
JA! No, es solo algo estético para mí. Volverá o no, no lo pienso mucho la verdad. Me cansa mantener un look.
Después del Roxy, ¿qué se viene? ¿Cuáles son tus futuros proyectos?
Por ahora, tranquilo. Empecé a grabar cositas nuevas pero no sé si saldrá a la luz o sólo serán ideas que queden para mí, pero sí, me gusta hacer música y un poquito de todos los estilos.
Hablemos un poco del mercado musical cristiano, puntualmente con el hardcore. ¿Creés que Argentina tiene un buen nicho comercial o directamente carece de uno?
El estilo creció mucho acá en el país, se fusionó con otros estilos y eso hizo que hayan surgido bocha de bandas y sigue pasando. No sé si puedo hablar precisamente del mercado cristiano porque creo que está todo mezclado y creo que ahí cobra sentido todo, en tocar con bandas de todas las etnias, religiones o estilos posibles y entablar amistades y un círculo de buena onda.
En los ‘90 y principios del 2000 se pudo observar una gran cantidad de bandas pesadas cristianas que hoy se encuentran diseminadas. ¿Creés que Argentina está lejos de la formación de sellos como Solidstate, Facedown Records, que marcaron una identidad y cultura musical?
No sé si lejos, tal vez se pueda formar algo muy similar porque las bandas pesadas en Argentina, creo yo, llegaron para quedarse y tienen su público y su identidad. Dicen que “todo vuelve”…
En una entrevista con RockandBall, expresaste: “Si algo importante tenemos para ofrecer a la gente es el amor que Dios nos da”. ¿Qué les dirías a esas personas que están pasando por momentos difíciles y sienten un abandono o sentimientos de que no son amados de parte de Dios?
Creo que Dios es más simple de lo que pensamos; nosotros ponemos muchas cosas por delante para no llegar a Él. Nos gusta complicarla. A la vez, entiendo con que todas las desgracias y quilombos que cargamos en el día a día muchos digan y elijan no creer en nada; respeto enteramente su postura. Creo que por ahí pasa la fe, creer sin ver, tal vez una frase que ya adoptó el comercio pero que sigue explicando la fe a la perfección. Y es sin dudas, una elección personal, una decisión.
¿Qué pensás del proyecto de ley sobre los cupos femeninos en los festivales?
Me parece perfecto. Hasta me parece que se podría estar exigiendo un porcentaje mayor.
Sé que es muy pronto para decirlo, pero ¿la salida es con un portazo definitivo o dejás la puerta casi abierta para algún día regresar?
Hoy te digo que es definitivo, pero no sé qué te puedo llegar a decir de acá a unos años…