La Batea Magazine inicia el año 2019 lanzando una campaña que apunta a revalorizar el ambiente musical cristiano de la Argentina.
Mediante la consigna “Invertí en artistas argentinos”, esta publicación -que ya lleva casi dos décadas informando sobre el quehacer artístico preferentemente local- busca crear conciencia en los seguidores de bandas y solistas que para que la industria nacional siga vigente, necesita del apoyo de todos.
Ante el avance de la música digital, la manufactura de CD’s ya está pasando a ser solo una opción para coleccionistas, por lo que se ve reducida la posibilidad de un ingreso económico que sustente la carrera del artista. Hoy, está supeditada en su totalidad a la contratación para un concierto y la venta de tickets en el caso de que haga una producción propia. Eventualmente, algún sponsoreo, cosa que no abunda.
Respecto a esta campaña, el director de la revista, Damián Sileo, consideró lo siguiente: “Todos tenemos artistas favoritos que son extranjeros y nos encanta verlos en acción. Pero en el último tiempo he notado denodados esfuerzos por traer bandas o solistas de otros países, a un costo dólar elevadísimo, que se traduce en valores de tickets que no están al alcance del bolsillo de la gente. Aun así, la gente responde y es capaz de relegar otras obligaciones para pagar hasta 2500 pesos para ir a escuchar en vivo a una de estas bandas. Las inversiones que se hacen para traer a estos artistas son millonarias (literalmente, ya hablamos de 7 cifras a la hora de presupuestar un show con cualquier artista extranjero).
Por otra parte, veo que las bandas argentinas hacen un esfuerzo supremo por dar un material de calidad, lográndolo ciertamente, pero no encontrando el eco suficiente en los seguidores locales que no pagan un ticket de $ 200 o hasta a veces de $ 100. ¡Sí, es increíble que hoy en día siga habiendo entradas de 100 pesos para un show de una banda de rock argentino! Entonces, ante ese desbalance y el reclamo de ver lindos shows y escuchar buena música, veo necesario hacer esta suerte de campaña a través del medio más emblemático de difusión de artistas cristianos en la Argentina. Espero que podamos ser conscientes que un grado de responsabilidad de que esto funcione, lo tenemos nosotros.
En todos estos años fui testigo de la permanente desvalorización de lo nuestro y la sobrevaloración de lo que viene de afuera. Y en muchos casos, la calidad musical, compositiva y escénica de las bandas argentinas es igual o superior a la foránea. Más aún, si tenemos en cuenta las limitaciones económicas y de producción con que contamos, se realza más el valor de lo que hace el artista argentino.
Otro dato no menor es que ya no hay productores artísticos que se dediquen a una banda o a un puñado de bandas para hacer una serie de shows. Más bien, hay productores de fechas que eligen a la banda mejor posicionada en el ambiente para poder hacer una diferencia. Si esa banda a los pocos meses baja su nivel de popularidad, difícilmente la vuelvan a llamar. Nadie apuesta al artista argentino, ni dan continuidad para que se desarrolle, para que encuentre un circuito que le permita tener vigencia.
Ni hablar de quienes abusan de las bandas nuevas cobrándoles por tocar o lo que es peor, haciéndoles vender tickets o cobrándoles el derecho de ser telonero de una banda extranjera, y así financiar el cachet de un show ajeno. Eso es, simplemente, denigrante.
Y ahí comienza la autogestión de la banda, produciéndose un desfasaje ya que los músicos, en lugar de destinar tiempo a ensayar para dar un buen concierto, están ocupándose de generar fechas, de vender tickets, de pautar condiciones con el lugar, etc.
Aclaro que no estoy en contra de que vengan artistas extranjeros. De hecho, he ido a sus shows y hasta fui beneficiado con publicidades en este medio en algunas ocasiones. Pero con quienes convivimos a diario es con los artistas argentinos, que casi en su totalidad no viven del arte porque, sencillamente, no pueden. Y me parece injusto.”
Por eso, INVERTÍ EN ARTISTAS ARGENTINOS. Comprá sus discos. Si no tienen, difundí su música, pagá el ticket para sus shows, no le pidas que te regale la entrada. Y si los contratás, así como nadie se atreve a regatearle el precio a un artista extranjero, no hagas lo mismo con tu coterráneo, jugando con su necesidad de mostrar su arte masivamente. Pagale lo que pide y si no te alcanza, es preferible que no lo contrates antes de rebajar sus expectativas. Y por sobre todas estas cosas: JAMÁS LES COBRES POR TOCAR Y MUCHO MENOS, FINANCIAR LOS CACHETS DE LAS BANDAS EXTRANJERAS EXIGIÉNDOLES QUE VENDAN UNA DETERMINADA CANTIDAD DE TICKETS O PONIENDO DINERO.
INVERTÍ EN ARTISTAS ARGENTINOS. Es un mensaje de La Batea Magazine.